Pueden tener novios o estar casadas, pero da igual. Coquetean, provocan, seducen, celan y, a veces, hasta se enamoran. Te contamos aquí sus historias. Cuando María y Aída se besaron en un bar cercano a su oficina en Madrid, los compañeros de trabajo de ambas, que compartían mesa con ellas, interrumpieron bruscamente su conversación. El silencio rotundo fue la banda sonora que acompañó varios besos largos y apasionados. María, de 29 años, llevaba uno trabajando en la empresa y todos sus compañeros sabían que era lesbiana. La sorpresa que decoraba los rostros de éstos venía por Aída, de quien todos sabían que era heterosexual y que hasta ese momento había tenido sólo parejas masculinas. Después, con el tiempo, nos hicimos muy amigas y ella sólo hablaba de chicos, así que asumí que era heterosexual y que mi infalible radar se había confundido. Me dio la impresión de que se había asustado y necesitaba demostrar y demostrarse su heterosexualidad.
Muchas lesbianas especialmente las millennials usan o han usado apps para ligar. Por supuesto, de las 36 mujeres entrevistadas, algunas han tenido éxito, otras no, y otras nunca han ligado a través de una app porque prefieren «ligar a la vieja usanza» o «ligar directo». Datos curiosos: una de las entrevistadas me contó que conoció a su ahora esposa en Tinder. Datos curiosos: esta app te ofrece la opción de ligar, hacer amigas o conocer chicas para relacionarte laboralmente. Fue creada por Whitney Wolfe, madama heterosexual que fue cofundadora de Tinder. Wolfe demandó a Tinder por batida sexual después de dejar la administración. Y aunque Tinder nunca aceptó la acusación, sí le pasó una vellón a Wolfe.
Las mujeres que afirmaban ser heterosexuales en realidad mostraban los mismos signos de excitación física cuando veían videos sensuales de mujeres desnudas como lo hacían cuando veían a hombres. El ósmosis de sangre a sus genitales aumentó y sus pupilas se dilataron. La condición que ponen las mujeres para tener sexo sin protección A. López Siempre he fantaseado con tener amor con otra mujer pero nunca lo había llevado a cabo, explica una encuestada de 35 años. Al principio estaba aterrada pero, de repente, todo comenzó a fluir. Entiendo perfectamente que las lesbianas disfruten tanto con el sexo, nadie conoce el cuerpo de una mujer como otra. Ninguna de las dos encontraba pareja por ángel entonces y teníamos muchas ganas, por lo que se nos ocurrió basarse a la una con la otra para poder mejorar dando besos.