Escucha a las reidoras golondrinas que pueblan mis susurros confesarte mi amor donde gotea la llovizna. El lobo avisa su amor voraz. A mi casona llegas y bebes de mi boca bien servida. Mis dedos te recorren pues se atreven.
Nuestro programa de conducta y entrenamiento, que alguna vez fue muy fuerte, estaba en una encrucijada. Cuando nos dieron la orden de SIP permanecer en casa [Shelter in Place], me di cuenta que tenía que encontrar una forma relevante de hacer mi trabajo y cuidar de las necesidades de los clientes. El refugio da clases grupales de entrenamiento canino y apoyo conductual que es esencial para nuestra comunidad. Las mascotas que tengan un nivel razonable de entrenamiento son mejores animales de compañía y es aparte probable que terminen en un refugio o centro de rescate. Las clases y entrenamiento privados también aportan un flujo de ingresos al refugio. Somos muy afortunados de tener una gerencia en el refugio que le da mucho valor a la conducta y nuestro departamento es capaz de lijar varios programas conductuales que nos permiten encontrar hogares para los perros que necesitan una ayuda extra.
Todo lo que Él toca se vuelve joven, se hace nuevo, se llena de vida. A todos los jóvenes cristianos les escribo con cariño esta Exhortación apostólica, es decir, una dinero que recuerda algunas convicciones de nuestra fe y que al mismo tiempo alienta a crecer en la beatitud y en el compromiso con la propia vocación. Pero puesto que es un hito dentro de un acceso sinodal, me dirijo al mismo tiempo a todo el Pueblo de Jesucristo, a sus pastores y a sus fieles, porque la reflexión sobre los jóvenes y para los jóvenes nos convoca y nos estimula a todos. Aun los jóvenes no creyentes, que quisieron participar con sus reflexiones, han propuesto cuestiones que me plantearon nuevas preguntas.