El negocio de la prostitución se ha disparado con la crisis económica. Especialmente delicado es el caso de los jóvenes que venden su cuerpo para salir adelante. Hay que tener una formación», dice. Concha Borrell repite esa frase una y otra vez en sus clases de prostitución. Sus alumnas son seis chicas que quieren ser prostitutas. La lección empieza a primera hora de la mañana en un aula que Concha ha alquilado en el centro de Barcelona. Esta catalana de 42 años es terapeuta sexual y prostituta desde hace ocho años.
Amistades, Me declaro culpable. Seguramente muchas. Mujeres se reconozcan en esta locución y acaben de consentir en una explosión venéreo existencial. Las dudas emergen. Y amenazan como un Pepito Grillo nuestro beatitud venéreo. Actuar la.
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