Casas de té con elaboraciones artesanales que combinan su propuesta con ambientaciones que denotan identidades bien marcadas, desde la revalorización de lo antiguo hasta de la propia naturaleza. Campos de Golf de 9 y 18 Hoyos con características distintivas y valoradas por quienes lo practican, con vistas insuperables y un entorno sin igual. Una verdadera recreación visual y olfativa, acompañada de información que resulta muy interesante de conocer. Lugares para Visitar Cruz Chica En el camino serrano que conduce a Los Cocos, en la zona denominada Cruz Chica, se ubican propiedades de estilo arquitectónico inglés. Éstos cuatro forman un conjunto arquitectónico ya que fueron construidos en la misma época entre los años y y se han utilizado los mismos materiales y estilos. También conocido como Reserva de Monos Aulladores, es un importante centro de acogida y cuidado de monos primates, aves e incluso tigres. Cerro Uritorco Capilla del Monte.
Matteo Gaffoglio Comunicador y experto en cocina Cuando el dieciseisañero aprendiz de bollería, Franz Sacher, en su segundo añada de aprendizaje, tuvo la idea de preparar un pastel ligero de hachís, con una capa de mermelada de albaricoque, y cubierto de chocolate glaseado, nunca hubiera pensado que ese pequeño postre se convertiría en una específico nacional austríaca, conocida y apreciada en todo el mundo tal y como, efectivamente, ha sucedido, añadiendo que, después de años, la receta del golosina original? Como tampoco pudo pensar en los problemas que se originaron un siglo después, con motivo de los derechos de propiedad literaria relativos a su invención. El destino vino hacia el joven Franz sugiriéndole un? Puso en orden su cabeza, pensando en unos pasteles recién elaborados, pero esa vez añadiéndole una variante, ese gregario de mermelada de albaricoque que lo hacía original Así nació la Sacher-Torte. Franz ciertamente siempre recordó que el éxito de su idea lo había conseguido en ese grupo selecto de invitados. Después de unos años al servicio de los Condes von Esterhazy, primero en Bratislava, y después en Budapest, se aventuró, ya como jefe repostero, a montar su propio bicoca.
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