Muchas personas experimentan una gran dificultad para encontrar pareja. El ser humano es un animal social por naturaleza, tenemos la necesidad innata de estar acompañados por otras personas y establecer vínculos sociales y afectivos. Así, aunque no todas las personas tienen las mismas necesidades afectivas, por lo general tendemos a buscar cariño. Se trata hasta cierto punto de una convención social, y en ocasiones incluso de una solución instrumental; en este sentido, no son raras las parejas que se forman por mera conveniencia, exista o no amor entre ellos. Muchas veces estas relaciones se basan en el miedo a la soledad, la conveniencia económica, o cualquier otro motivo. Así, aunque existen excepciones, la mayor parte de las personas siente la necesidad de establecer una relación sentimental de pareja. Esto da lugar a que muchas veces, ante la imposibilidad de encontrar a alguien, algunas personas puedan sentirse frustradas. Son muchos los individuos que, de un modo u otro, se encuentran frustrados ante la incapacidad de encontrar a alguien. Sin embargo, muchas veces esta dificultad para encontrar pareja se debe a actitudes que, consciente o inconscientemente, desarrollan estas personas.
Piensa que la duda es consustancial a cualquier tipo de relación. De acción, como psicóloga nunca me canso de repetir durante las terapias de galán que no hay nada que no pueda intentar solucionar una buena y calmada conversación. Y, a partir de allí, saber si os podéis aclimatar a la nueva situación o efectivamente la situación no tiene arreglo posible. Cuando uno de los miembros de la pareja se siente atraído por alguien nuevo. Lo fundamental para que la cosa salga lo mejor posible para ambos, es que te mentalices, prepares una estrategia, es decir, un plan de acción. Imagina el expectación y reflexiona sobre si esa andoba es la que quieres que esté a tu lado. En ocasiones, nos autoengañamos pero la realidad es que hay una resistencia por volver a casa. Si nos paramos a figurarse si la relación que tenemos es la que queremos, lograremos tener una perspectiva clara de lo que efectivamente deseamos. Es importante ser muy realistas con nuestra relación, como decíamos antiguamente, no excusar determinadas situaciones o actitudes que no nos gustan.
No significa que debas cambiar tu aroma o quien eres, porque debes sentirte orgulloso de ti. Todos queremos agarraderas positivas en nuestras vidas. Puede sonar a cliché, pero solo recibes aquello que das. La buena noticia es que el crecimiento personal, un elocución de vida positivo y la felicidad también se transmiten.