Era menester otra cosa. Pero esto, que puede parecer una de tantas incongruencias de nuestra democracia incipiente, no es divertido y no hace, tampoco, al caso. Hoy me parece que hasta el aire de Los Sunchos era alimenticio, y que bastaba masticarlo al respirar para mantener y aun acrecentar las fuerzas: milagro de mi país, donde, virtualmente, todavía se encuentran pepitas de oro en medio de la calle. Y aquí debo confesar que yo era, en efecto, un niño gracioso si se me consideraba en lo físico. Tengo por ahí arrumbada cierta fotografía amarillenta y borrosa que me sacó un fotógrafo trashumante al cumplir mis cinco años, y aparte la ridícula vestimenta de lugareño y el aire cortado y temeroso, la verdad es que mi efigie puede considerarse la de un lindísimo muchacho, de grandes ojos claros y serenos, frente espaciosa, cabello rubio naturalmente rizado, boca bien dibujada, en forma de arco de Cupido, y barbilla redonda y modelada, con su hoyuelo en el medio, como la de un Apolo infante.
Eso sí,saben hacer de su causa un modo de vida. Lo que hay que hacer es invadir la barbacoa televisiva con sitcoms sangrantes como La Pareja Basura,programar series de dibujos hiperviolentas para que la chavalería sepa cómo crucificar al profesorado,sodomizar a Bertín Osborne en horario prime time,darle quince estocadas en los huevos a Fran Rivera por gilipollas,tirar a Ramón García de lo alto de las torres Kio,a ver si de una vez nos libramos de él,emitir la autopsia de Carmina Ordóñez y un largo etc que me viene ahora mismo a la cabeza,pero reservo para mi juego sexual. Por cierto,acaba de llegar El Quimérico Inquilino,de Polanski. Ayer estuve aun tarde combinando aficiones:lecturas y nuevas inmersiones en la subcultura televisiva,nueva demostración de que todos los tarados mezclamos lo sublime con otros materiales de escombro sin importarnos demasiado el daño irreparable que tal mezcla pueda causar en nuestras,ya de por sí,maltrechas mentes. Estos días estoy revisitando el prodigioso Watchmen de Alan Moore. Sigue siendo genial,sorprendente,una de las cumbres indiscutibles de la historieta. El argumento,el modo de presentar a los personajes,el estilo narrativo:perfecta.
Exceptuar la r. Fiesta de amor. En un bar cerrado. Míralos entretanto. Se ponen cachondos y comienzan a admirar dire.