Una pelea nos había distanciado pero pronto mi hijo recibiría un bello regalo de mami. Juan es muy buen chico. Es estudioso, tiene una beca para la universidad por su excelente promedio y practica deporte. Todas las madres siempre decimos que amamos a todos nuestros hijos por igual, así sean ocho o solamente dos, pero la verdad es que en el fondo siempre tenemos a nuestro preferido y para mí siempre ha sido Juan.
Insultos, desprecios y amenazas constantes ha sido su día a día. Pero la peor parte se la llevan sus dos pequeños. Por ellos lucha actualidad en los juzgados, para conseguir que se le retiren las visitas y la patria potestad 21 nov Todavía lo sigue viviendo. Porque acullá de darle la Justicia la amovible, lleva desde el peleando para que un juez considere que ha sido víctima de violencia machista y vicaria. Incluso nos dejaba encerrados en apartamento dos o tres días y no volvía. Encerrados con llave. De acción, una vez mi hijo tuvo 40 de fiebre y yo no podía salir. Avisé a unos vecinos para que lo fueran a buscar, empero tampoco lo encontraron».
Soy de un pueblo de una isla Canaria, pueblo en el que nací, crecí, vivo y me case con la zorra de mi mujer. Y digo zorra no por que sea una puta, sino porque es una puta embaucadora. Yo era el característico chulito del insti, moreno, ojos marrones, un culazo de infarto y un rabo que a las tias les encantaba chupar por todos lados. Gusano una novia guapisima a mis 16 años, aunque eso nunca fue impedimento para tirarme a la primera prostituta que se me pusiera por adelante. Mi cuerpo empezaba a formarse perfectamente debido a mis entrenamientos diarios en el futbol, y entre eso y el paquetazo que marcaban mis tejanos, hacia ya tiempo que mi gallina visitaba mas de un coño a la semana. Incluso la madre de un colega, recien divorciada, se abrió de piernas en su cama para que le pegase una buena follada. En resumen, era guapo, joven, atletico, y triunfaba y follaba como un cabrón, pero todo eso cambió el día que Vane se me puso delante. No volví a verla aun que a los dos meses me vino con sus padres a mi casa, diciendo que la habia preñado. Ni que decir de el escandalo que fue eso en mi apartamento, en el puto pueblo y casi que en la isla, la bastante zorra vino llorando, diciendo que estaba enamoradisima de mi y de nuestro hijo y mi padre, tras un buen par de ostias, me obligo a irme del instituto y currar en un taller.
Para hacernos llegar tu relato migrante con perspectiva de género, o para cualquier otra cuestión, escríbenos a feminismos mareagranate. Como no di señales de que la macabra estrategia surtiera efecto en mí, comenzó a insultarme: zorra, bagasa, desgraciada. Que cómo me atrevía a hacerle eso a su amigo. Que los remordimientos por su muerte me acompañarían el resto de mi biografía. Que la culpa de todo época mía. Supongo que ese había sido el testamento de Alex. Cerré la cuenta para siempre y apagué el ordenador. Emigrando Cuando emigras te enteras como mínimo de dos cosas: qué es la cultura y qué son las redes afectivas.