Nuestro instinto nos lleva a revisar experiencias propias similares a las que cuenta nuestro interlocutor. Y entonces esperamos que acabe de contarlo -sin escuchar demasiado- para poder contar lo nuestro. Esa es la base de todo lo que viene a continuación. No quieras parecer interesante.
El sentimiento de aburrimiento , o perfectamente el de soledad o de incomprensión, se puede combatir simplemente mejorando el modo de mantener vivas las conversaciones. Estas son algunas propuestas. Anécdotas de la infancia Explicar anécdotas divertidas o aleccionadoras que ocurrieron en nuestra niñez suele tener mucho poder a la hora de despertar el interés de todas las personas implicadas en la conversación. Historias de mascotas Incluso una buena parte de las personas que no tienen mascotas estarían interesadas en tener una o bien se interesan por el mundo de los animales. Por eso hablar sobre ellas acostumbra a dar juego para crear historias divertidas.
Redes sociales Las redes sociales son un tema tan de moda que no pueden faltar en una conversación con la persona que te gusta. Casi todos tenemos cientos de anécdotas que contar ya sea con los amistades o historias divertidas que nos pasaron en el lugar donde crecimos o en el colegio. Cuéntame alguna biografía divertida. No es necesario que sea nada especial o memorable, tan solo que sea divertido o sorprendente.